En el momento que sentimos curiosidad por el mundo de los minerales y queremos saber más sobre ellos y sus propiedades terapéuticas, puede ser que nos preguntemos por dónde empezar, al ver que existen tantos minerales diferentes. Normalmente, un libro o un curso de introducción nos pueden ayudar para coger algunas nociones básicas. Una manera sencilla de comenzar sería conociendo los centros de energía básicos de nuestro cuerpo, llamados chakras principales y relacionarlos con los minerales a los que vienen asociados por sus colores.
Por ejemplo, el cuarto chakra, que está situado en la zona del pecho, viene asociado con el color rosa y verde, con lo que podremos usar piedras rosas y verdes en esta zona del cuerpo, como el cuarzo rosa, la aventurina, la turmalina rosa o turmalina verde y la rodocrosita. En la zona de la cabeza usaremos piedras azules índigo y lilas, como la amatista, la iolita, el cuarzo azul y la sodalita.
Esta sería una idea para empezar a usar los minerales a nivel personal, que nos permite varias dinámicas, como relajaciones, visualizaciones o meditaciones, sosteniendo los minerales en las manos o colocándolos en cada zona del cuerpo. En el apartado Conectar con la energía de los minerales encontrarás algunas ideas para empezar a utilizar los minerales a nivel personal y terapéutico.
La gemoterapia se basa en un enfoque de apertura y autoconocimiento a través del cual sintonizar con uno mismo y con el propio potencial sanador. Des del punto de vista de la gemoterapia los minerales pueden ayudar a activar o equilibrar la energía del cuerpo y a proporcionar información para el crecimiento personal.
En nuestras tiendas a menudo nos piden minerales que "den energía y buena suerte" o piedras para dolencias. Normalmente los minerales pueden ser una buena herramienta para acompañar procesos de sanación y mejora personal en un nivel holístico, pero no se puede reducir el potencial de las piedras en características genéricas ni esperar que éstas funcionen de forma similar a como lo hacen los fármacos. El uso de los minerales a nivel terapéutico es una opción complementaria para cultivar el bienestar, concibiendo el camino del bienestar como un estado interior de escucha y de ir creando las condiciones apropiadas y favorables para uno mismo.
Cuando es el/la gemoterapeuta quien usa los minerales o nos orienta para usarlos, este profundizará en cada situación concreta. Como nos dice Katrina Raphael en su trilogía de los cristales, además de una buena preparación el terapeuta necesitará creatividad, intuición y espontaneidad para adaptarse a cada situación diferente, pues no existen recetas fijadas ni fórmulas generales para cada caso.
Para empezar podemos elegir los minerales que habitualmente suelen ser útiles para uso personal y para armonizar espacios como nuestra casa o lugar de trabajo. Más abajo presentamos seis minerales básicos que hemos elegido por sus propiedades beneficiosas.
A nivel personal podemos llevarlos encima en forma de colgante, o colocar el mineral cerca de la zona que queremos armonizar, si es posible en contacto directo con la piel. Si lo que queremos es armonizar un espacio, deberíamos escoger piezas de mineral más grandes, al menos a partir del tamaño de un puño, dependiendo del propósito que nos marquemos.
Antes de utilizar un mineral se recomienda limpiarlo energéticamente, en el apartado Limpieza y preparación de los minerales tienes algunas ideas para hacerlo de la manera que te sea más cómoda.