La aventurina es una variedad de cuarzo que contiene inclusiones brillantes que le dan un aspecto irisado. Aunque el color más común de la aventurina es el verde, dependiendo de las inclusiones que tenga puede tomar diferentes colores. La aventurina verde contiene fuchsita, la aventurina parda contiene pirita y la aventurina roja contiene hematite.
La aventurina también suele llamarse cuarzo verde o prasiolite, aunque a diferencia de la aventurina, el prasiolite no contiene inclusiones brillantes y es mucho menos común que la aventurina.
Yacimientos: Brasil, China, India, Rusia, Estados Unidos, Italia, Tíbet, Nepal, República Checa, Alemania, Japón, Eslovaquia, Sudáfrica y Austria.
La aventurina se considera una piedra de bienestar y prosperidad. Reúne las características del cuarzo verde como armonizador, sanador y renovador. Proporciona equilibrio entre la mente y el cuerpo, aportando estabilidad y calma emocional. Se utiliza preferentemente en el chakra corazón, lo protege y favorece su regeneración. A nivel curativo la aventurina suele usarse como antiinflamatorio, para dolencias de la piel y para los ojos.