La Labradorita pertenece a la familia de los feldespatos plagioplásicos y suele ser de color gris oscuro o azulado. Se caracteriza por su iridiscencia cromática en diferentes tonos púrpura, azul, naranja, verde y dorado. Estos brillos metálicos son resultado de la labradorescencia que presenta su superficie. La labradorita también suele mostrar líneas paralelas producto de las maclas que la forman. Pertenece al grupo de los silicatos-tectosilicatos y su dureza es de 6-6'5 en la escala de Mohs.

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La labradorita se considera una piedra de transformación y protección. Se le atribuyen qualidades místicas y contemplativas. 

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