El zafiro pertenece a la família del corindón junto con el rubí. Su nombre proviene del griego "sappheiros", que significa "azul". Tanto el zafiro como el rubí son unas de las piedras más valoradas además del diamante y la esmeralda. El zafiro es el mineral más duro después del diamante.
El zafiro se caracteriza por ser pleocroico, es decir, se pueden observar diferentes tonos de color en función al ángulo con el que se mire. Suele ser azul oscuro, pero también hay zafiros de diferentes tonos y colores, como rosado, amarillo, marrón, verdoso o incoloro, dependiendo de los otros componentes que contenga. El color azul se debe a su contenido en titanio y hierro, cuando es rosado y rojizo se debe al cromo, cuando es verdoso o pardusco se debe al hierro.
Aparece en pegmatitas, rocas volcánicas, gneis, mármoles y como cantos rodados en placeres.
Yacimientos: India, Tailandia, Sri Lanka, Kenya, Myanmar, Brasil, Australia, Nigeria y Colombia.
El zafiro es conocido como una piedra de la sabiduría y prosperidad. Está asociado al chakra de la garganta y al tercer ojo, favoreciendo la comunicación, la expresión y aportando serenidad.
Se dice que el zafiro proporciona equilibrio y alinea los planos físico, mental y espiritual. Potencia las cualidades de corazón, nobles y sinceras. Situado en el 6º chakra amplifica la visión interna y aporta claridad y calma.