El topacio es un aluminosilicato que se formó a través de emanaciones de flúor que se desprendían en el proceso de cristalización de las rocas ígneas. Suele encontrarse en pegmatitas, cavidades de riolita y en filones hidrotermales. Forma cristales bien desarrollados y suele usarse como gema para la elaboración de joyería.
El nombre de topacio deriva de la palabra sánscrita "tapaz", que significa "fuego". Su nombre también se relaciona con la antigua Isla de los Topacios, en el mar rojo, ahora isla de Zabargad (isla de San Juan, Egipto), donde se dice que se encontraron los primeros ejemplares.
Existen diferentes colores y variedades de topacio, hay topacio rosa, topacio amarillo, topacio azul, topacio pardo, incoloro. El topacio imperial o topacio dorado procedente de Brasil es una variedad de especialmente valorada.
Yacimientos: Brasil, Rusia, Zambia, Estados Unidos, Sri Lanka, Afganistán, China, Madagascar y Namibia.
El topacio se asocia al 3º chakra y se considera una piedra de creatividad, alegría, generosidad y abundancia. Fortalece y recarga espiritualmente y físicamente. Favorece la conexión con la fuerza y la confianza en uno mismo. Ayuda a superar las limitaciones y a realizar los objetivos.
El topacio ayuda a descubrir la riqueza interna, a conectar con los valores internos, con la confianza, el optimismo y el amor. Físicamente se dice que es beneficioso para regenerar el cuerpo y aportar vigorosidad.