La stichtita es un carbonato hidroxilado e hidratado de magnesio y cobre y pertenece al grupo de la hidrotalquita. Suele tener impurezas de hierro. Es una piedra de color lila o púrpura, con capas cerosas opacas que se presenta de forma masiva en agregados de escamas micáceas o fibras. Aparece en rocas serpentinitas, como producto de alteración de la cromita y la serpentina.
Fue descubierta en 1910 en una mina de Tasmania y su nombre hace honor al minero Robert C. Sticht.
Yacimientos: Tasmania, Canadá y Sudáfrica.
La stichtita se considera una piedra altamente protectora y ayuda a instaurar el verdadero yo y a vivir en consonancia con la propia alma. Favorece el proceso de toma consciencia de creencias limitantes y su efecto sobre el propio bienestar. Ayuda a superar los desórdenes emocionales relacionados con la alimentación y las alergias.
La stichtita aporta resistencia y ayuda en la recuperación especialmente en convalecencia y en enfermedades degenerativas como el Parkinson o la demencia. A nivel físico se dice que ayuda a calmar los sistemas nervioso y digestivo. También se dice que es beneficiosa para la piel, dientes y encías, y ayuda a regular la presión sanguínea.