El olivino se considera un mineral petrogénico importante ya que está presente en gran parte de la corteza terrestre. También se ha encontrado olivino en meteoritos férricos y pétreos. En calidad gema el olivino toma el nombre de peridoto y su principal fuente se encuentra en Pakistán.
El olivino pertenece al grupo de los neosilicatos o ortosilicatos, formados grupos aislados de tetraedros de sílice. Se le llama olivino a los minerales de la serie de las soluciones sólidas forsterita-fayalita.
El color verde del olivino se debe a su contenido en hierro. Los tonos blancos y claros son debidos al hierro de la fayalita, y los tonos negros o oscuros son debidos al magnesio de la forsterita.
El olivino suele formarse en rocas ígneas, como el basalto y el peridoto.
Yacimientos: Pakistán, China, Brasil, Sudáfrica, Australia, Estados Unidos, Rusia, Irlanda e Islas Canarias.
El olivino o peridoto es una piedra para avanzar y evolucionar. Se asocia al chakra del corazón y favorece el amor propio y las relaciones. El olivino se considera una piedra de limpieza, es fresca y vigorosa, y ayuda a abrir la conciencia a nuevas posibilidades de crecimiento. Favorece el desapego y la conexión con la propia sabiduría. Potencia la claridad psicológica y la búsqueda de visión.
A nivel curativo se dice que ayuda a regenerar los tejidos y a fortalecer los ojos y la piel.