La apofilita suele encontrarse asociada a la estilbita, las dos son minerales pertenecientes al subgrupo de las zeolitas. Se caracteriza por su brillo nacarado en su superficie. Los cristales de apofilita suelen ser prismáticos y tabulares, de tonos blancos, beiges y grises, pero también hay cristales verdes, amarillos, incoloros, rosas y marrones. Suele aparecer en rocas y cavidades volcánicas, aunque también se puede encontrar en rocas metamórficas y depósitos hidrotermales.
Yacimientos: India, Brasil, Estados Unidos, Canadá, Italia, República Checa, Australia, Gran Bretaña, Alemania, México y Escocia.
La apofilita en cristaloterapia es conocida como una piedra de conexión entre el mundo espiritual y el físico. Le llaman la llave porque se considera que abre la percepción. La apofilita favorece el estado meditativo y potencia la intuición. Es una piedra calmante que ayuda a la introspección y a la liberación de patrones mentales y emociones reprimidas. A nivel curativo se dice que la apofilita favorece el sistema respiratorio.