La amatista es una variedad de cuarzo de origen magmático e hidrotermal. La mayoría de los yacimientos de amatista se encuentran en Brasil y Uruguay, donde su datación aproximada es de 160 millones de años. Su color violeta se debe al contenido en óxido de hierro y por haber sido sometida a altas temperaturas en su formación. La intensidad del color suele concentrarse en las puntas de los cristales y a veces también puede presentar bandas de cuarzo lechoso. Los cristales de amatista son piramidales y de un brillo vítreo.
Podemos encontrar la amatista en diferentes hábitos: cristalizada dentro de cavidades ovoides cerradas llamadas geodas, recubriendo superficies o cavidades abiertas llamadas drusas, en forma de cristal individual o en un hábito masivo o compacto.
El nombre de amatista deriva del griego "amethustos", que significa “no estar ebrio”. En la antigua Grecia se creía que esta piedra protegía de la embriaguez. La amatista es una de las primeras gemas usada antiguamente como piedra ornamental y símbolo de riqueza y poder. Tradicionalmente también se la ha asociado a la pureza y a la espiritualidad, como muestran algunos adornos, joyas y utensilios antiguos de la India, del Tíbet o de la Iglesia Cristiana primitiva.
Yacimientos: Brasil, Uruguay, Bolivia, Argentina, México, India, Sri Lanka, Zambia, Namibia, Madagascar, Birmania, Rusia, Estados Unidos y Canadá.
La amatista es conocida como la piedra de la armonía, la transmutación y la espiritualidad. Corresponde al 6º chakra, situado en el entrecejo. Ayuda a calmar la mente y a relajarnos, propiciando de esta manera la conexión con nuestra intuición. Es por este motivo que la amatista suele ser un buen complemento para la práctica de la meditación, ya sea sosteniendo el mineral entre las manos, colocándolo encima del entrecejo o corazón, o situando un cristal de amatista enfrente de nosotros.
Suele ser la piedra indicada para mantener la entereza en situaciones de estrés y también para favorecer el buen dormir, así como para ayudar en casos de insomnio o pesadillas.
Colocando una geoda o una drusa de amatista de buen tamaño en la casa ayudará a crear una energía limpia y armoniosa en el ambiente.